Asturias es conocida, entre otras cosas, por su naturaleza, su gastronomía y su cultura, y si hablamos de cultura festiva, una fiesta que destaca por encima de las demás es la del Antroxu, el Carnaval asturiano, que durante unos días ameniza las calles con charangas, fanfarrias y desfiles de disfraces. En el Antroxu, además de los disfraces y la música, son la comida y la bebida los otros importantes protagonistas, destacando especialmente el pote de antroxu, el picadillo, las casadielles, los frixuelos, el arroz con leche y los picatostes.
Aunque el nombre de Antroxu (en algunas partes Antrueyu, Antruidu, Antroidu, Entroido…) parece provenir del latín «introito» y del castellano «antruejo» -refiriéndose así a los tres días previos al miércoles de ceniza y, por tanto, de entrada en el período litúrgico de la Cuaresma que la Iglesia católica marca como preparación para la Pascua- en realidad el origen de la celebración del Antroxu parece ahondar sus raíces en las celebraciones campesinas de la Europa pagana medieval, como las Saturnales o Lupercales, que se organizaban entre el equinocio de invierno y hasta la primavera, conmemorando así el nacimiento de la luz, cuando los días comenzaban a incrementar las horas de luz solar. La tierra volvía a la actividad camino de la primavera, por lo que, probablemente, entonces, estaríamos hablando de fiestas que, en realidad, en sus orígenes se organizaban durante varios meses, y que se caracterizaban hasta la actualidad por el uso de máscaras y disfraces, que permiten a la gente esconder su identidad y disfrutar de una noche de diversión sin preocuparse por las convenciones sociales.
La Iglesia no veía con buenos ojos estas festividades, por lo que intentó restringirlas a los días previos al Miércoles de Ceniza. Durante la Guerra Civil Española las celebraciones de Carnaval fueron prohibidas y no fueron recuperadas hasta la transición democrática, muy influenciadas ya por carnavales como los de Brasil, Cádiz o Canarias, perdiéndose buena parte de las históricas mazcaradas asturianas, de las que apenas una decena han venido recuperándose en los últimos tiempos, caso de los Sidros y les Comedies de Valdesoto en Siero, Os Reises d’El Valledor en Ayande y de Tormaleo en Ibias), el Guirria de San Xuan de Beleño en Ponga), los Aguilandeiros de San Xuan de Villapañada en Grau o los Guilandeiros de Tinéu.
El jueves de Comadres (jueves anterior al Carnaval, y más típico en las zonas centro y oriental de Asturias, especialmente Pola de Siero y Gijón), refiere con su nombre «comadre» a una amiga cercana o una madrina, que se reúnen para disfrutar de un día de fiesta, con cena y diversión.
Gijón, Avilés (ambas ciudades cuyos carnavales están declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional) y Oviedo (ésta, desde hace años celebrando el carnaval después del miércoles de ceniza para no interferir con los de las otras ciudades) son los principales puntos de celebración, aunque puntos costeros como Luarca, Ribadesella o Llanes, así como otras zonas como la Comarca de los Oscos también participan de esta celebración.
Avilés destaca por el «Descenso Internacional y Fluvial de la Calle de Galiana», la noche del sábado antes de Carnaval, escenificando un tumultuoso descenso por un desbordante río de espuma y agua por esta emblemática calle avilesina, con decenas de artilugios a modo de embarcaciones y sus tripulantes disfrazados.
Figuras destacadas del carnaval asturiano son Don Carnal y Doña Cuaresma, así como el Entierro de la Sardina, con el que concluye la fiesta con el peculiar luto carnavalesco. Pero, aparte de todo tipo de disfraces que, en algunos casos se refieren a personajes y situaciones de actualidad, también destacan disfraces típicos asturianos, especialmente en la zona de Oviedo, y recogidos a partir de datos históricos y memorial oral, como los mazcaritos y moxigangues, con personajes como el Ciegu, Destrozona, Sábanu o Zaparrastru. Esta mascarada urbana, documentada ya al menos en el siglo XVII, y que históricamente recorría el Antroxu pidiendo aguinaldo, cayó en desuso a principios del pasado siglo XX, cuando los bailes y desfiles del carnaval burgués se impusieron por la ciudad, pero siguieron celebrándose en algunos barrios, mezclándose ambas celebraciones en la madrugada del martes de carnaval, en el Entierro de la Sardina. En la actualidad, este carnaval de mazcaritos con sus típicas coplas críticas, se intenta recuperar en la capital del Principado, y en las fechas habituales, de Jueves de Comadres a Martes de Carnaval.
Pero Antroxu no es solo una fiesta para adultos. También hay actividades y desfiles para los más pequeños, que pueden disfrutar de la fiesta con disfraces y juegos especialmente diseñados para ellos.
En resumen, Antroxu es una fiesta que combina tradición, diversión y gastronomía. Una oportunidad para conocer la cultura asturiana y disfrutar de una fiesta única en el norte de España. Si tienes la oportunidad de visitar Asturias durante estas fechas, no te pierdas la oportunidad de unirte a la fiesta y disfrutar de todo lo que Antroxu tiene que ofrecer.