Durante este mes (entre el 3 de mayo y el 4 de junio de 2023) tiene lugar la exposición «METÁFORA MOLECULAR» que Encarna Díaz Velasco muestra al público en la Sala de Exposiciones del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo. Se trata de unas pinturas realizadas desde un punto de vista singular, la relación entre las mismas por su proceso de creación semejante al de las moléculas, al considerar que las formas nacientes en diferentes etapas de su producción nacen de manera muy relacionada, que unas formas sugieren las siguientes aunque al final se asemejen o no.
Por ello ha buscado en fuentes documentales de difusión científica las posibles formas de asociarse las moléculas que están en la base de la existencia. La molécula, elemento no observable a simple vista de la materia, se puede desarrollar de múltiples formas regulares o arbitrarias, formas que Encarna aplica a sus pinturas realizadas bajo esta perspectiva y con alto valor metafórico. Hay que puntualizar que además de la influencia de un ambiente familiar en que la visión de radiografías y otros elementos de la medicina están muy presentes como en sus anteriores Cajas de luz (2007), el interés por el comportamiento de las moléculas comenzó en su estancia en Yucatán, Méjico, al realizar algunos experimentos en laboratorio químico con profesionales interesados en la creación plástica, algo que para ella fue un simple experimento pero que le afianzó la idea de la creación como algo no meramente casual.
Estas obras abstractas emanan un sentido lírico pero como todo ejercicio mental, encubren unas apariencias de profundo pensamiento y reflexión. La vida y su devenir, los sentimientos, las situaciones cambiantes, reducidas a planos y líneas que evolucionan y se entrelazan, generan unos muy hermosos campos de color y de formas en los que sorprende su diversidad. Creadas a partir de finales de la década de 1980, en su mayor parte son de producción reciente. Los formatos son variados, desde pequeños de 30 x 23 cm , de 120 x 80 cm algunas de este mismo año, hasta 2 x 2 m. en el caso de los tres dípticos. Los soportes también son diversos, desde el lienzo a la tabla con énfasis en el papel artesano en una buena parte de lo actual, a veces reciclado de papeles y cartones antiguos que ella elaboró y que les confiere una sensación de cercanía y de obra no encerrada en una burbuja.
Los títulos sugieren líneas de cada composición que aplica con libertad. En el catálogo pueden verse unas treinta y cuatro obras, algunas en formato doble como los dípticos Hilo conductor, realizado en 1998 y terminado en 2003, además de otro de las mismas medidas, Ilusión bienhechora, de 2003. Hay otras obras dobles, Floración del conocimiento, de 2023 realizada a base de enlazar dos cuadros uno de forma vertical y otro apaisado más pequeño, asociados mediante oscuras líneas a pincel y retoques que unen núcleos del mismo tono y de semejanza floral. Los colores naranja de sus contornos y los fondos rosa pálido transmiten una imagen de cierta perplejidad ante la sugerencia de material biológico. Otra obra de dos componentes, Equilibrio inestable (2022), relaciona los campos de fondo azulado, naranjas y verdes en los que burbujean nuevas formas, mediante tiras de cartón pintado y organizado en rejilla. El conjunto se apoya visualmente en las puntas opuestas de cada rectángulo.
Los materiales que utiliza mediante técnicas mixtas de su cosecha, van desde los soportes en papel y cartón que recicla o no, a veces de alto gramaje como a finales de los años 80, además de lienzos sobre bastidor en las catorce obras recientes, madera en formato grande hacia 2005, y en ocasiones realiza retoques sobre obras antiguas para introducir signos e imágenes de cadenas de relación como en Hilo conductor entre 1998 y 2003.
En conjunto persigue la imagen de lo inestable, de los cambios de la condición vital desde la misma materia hasta la evolución y transformación de las relaciones y de los sentimientos. La transformación cromática también juega un papel importante en Evolución cromática del amor y en La dualidad del amor. (Cat. pgs. 30 y 38). En esta última mediante una observación detallada vemos palabras escritas de elementos de un cóctel químico: dopamina, serotonina, vasopresina y otras, las hormonas del amor y del apego que el neurólogo Semir Zeki ha desarrollado en numerosos artículos de difusión. Utiliza soluciones variadas, desde el óleo, las tintas, el acrílico, el lápiz y los pigmentos que mezcla de manera personal. Los Enlaces mediante cadenas son una idea persistente (pp. 27).
Las fuentes de referencia para sus imágenes oscilan desde publicaciones del CSIC como en el caso de los sistemas defensivos de los organismos en Defensa animal (2022) en que se inspira en la disposición de moléculas en la serpiente mamba que también tienen las medusas y escorpiones, que desarrollan toxinas nocivas para su pervivencia. La seductora Galaxia fantasma (2023) composición de forma redondeada y tonalidad azul sobre naranja, en su interior desarrolla una espiral o forma primaria en muchos seres vivos, emula la gran galaxia M74 que emite un gas púrpura, según percibió el telescopio James Webb de la NASA. En todas las obras hay referencias a una estructura molecular de forma más o menos evidente, como en Nutrino (2022), nombre en italiano de un neutrón pequeño muy difícil de detectar por su especial movilidad, imágenes que toma de National Geographic. Son esquivas y misteriosas y en ellas la pintora ubica pequeños fantasmas que aluden a personas importantes en nuestras vidas, ausentes pero cuyo impacto perdura indefinidamente. Melipona (2020), la hermosa obra en amarillo que recibe al visitante a la entrada, evoca la estructura de la abeja sin aguijón así denominada en Méjico y otros países americanos.
En definitiva, una obra que proyecta las inquietudes por la existencia y la ciencia de la artista, antiguo y nuevo argumento de los dos campos que desde Leonardo da Vinci y mucho antes hasta hoy, como podemos constatar en nuestro brillante biólogo Carlos López Otín en sus reflexiones en Egoístas, inmortales y viajeras y en El sueño del tiempo. Una exposición de obras muy diversas enlazadas por la idea de la relación material y formal entre la materia y su producción pictórica en la que agradecemos el acogimiento de la Universidad de Oviedo a la exposición, con el apoyo de Pilar García Cuetos, Vicerrectora de Extensión Universitaria de la Universidad de Oviedo y por la que felicitamos a la institución y a la artista.
Fotografías: Abdullah Nasser Bagnaf y Julia Barroso Villar
El catálogo de la exposición puede descargarse AQUÍ.