Una residencia artística es, en esencia, un espacio-tiempo dedicado al proceso creativo. Generalmente, un lugar como un teatro, centro cultural o estudio proporciona a los artistas las instalaciones, recursos y, en muchos casos, mentoría necesaria para desarrollar una obra. En el caso de la danza, esto implica horas de investigación en movimiento, experimentación con música, narrativa, escenografía o iluminación, y, sobre todo, un entorno que fomenta el riesgo artístico sin miedo al error.
Nuestro espacio físico de Postigo Abierto es eminentemente escénico, por lo que nuestras residencias artísticas encajan dentro de las artes escénicas. En el mundo de la danza, la creatividad fluye mejor cuando hay espacio para experimentar, investigar y construir sin las presiones de una producción inmediata. Aquí es donde encajan las residencias artísticas de danza.
Además, estas residencias permiten que los coreógrafos y bailarines se conecten con comunidades artísticas, generando un intercambio de ideas que enriquece tanto a los creadores como al espacio que los acoge.
Buscamos iniciativas que reflejen la diversidad y riqueza de enfoques que Postigo Abierto busca fomentar, consolidando su rol como un laboratorio creativo donde la danza contemporánea encuentra un terreno fértil para florecer. Estas residencias no solo han proporcionado un hogar temporal para la creación, sino que también han destacado el papel de Postigo Abierto como un catalizador para nuevas voces en el panorama dancístico.
En un mundo donde los recursos para las artes a menudo son limitados, entendemos que iniciativas como las de Postigo Abierto son fundamentales. Estas residencias no solo contribuyen al desarrollo de los artistas, sino que también enriquecen el tejido cultural del territorio.
El balance de estos dos primeros años para Postigo Abierto es un claro recordatorio de que, cuando se apuesta por la creación, el impacto trasciende el escenario. Y, aunque el camino recién comienza, la huella que deja cada residencia artística ya es profunda, marcando un presente vibrante y un futuro lleno de posibilidades para la danza.
El espacio Postigo Abierto , comprometido con la creación artística emergente, ha concedido ya varias residencias de creación coreográfica cuyo resultado han sido las piezas, «X POSITION» de Lydia Areces, «INCUBO» de Lydia Areces y Leandro Manzo, «ABSTRACCIONES» de Adrián Otero, «RETRATO » de Leandro Manzo e » INTROSPECCIÓN» de Yadriel y Yariel Espinosa Carvajal, «ADN / CUERPO TERRITORIO» de Bernardo Orellana y los hermanos Espinosa Carvajal, «INNER ACTION» del colectivo Synaptic Body.
Y aunque hemos empezado por la danza, no estamos cerrados a ninguna otra actividad artística que requiera de un espacio para nacer. Desde ya invitamos a creadores de artes vivas a proponernos proyectos que requieran de la utilización de nuestros recursos y que nos comprometemos a estudiar con mucho cariño.